Viña Pomal nació en 1904 y comenzó a comercializarse en 1908.  Como singularidad, Bodegas Bilbaínas bautizó a su insignia como Viña Pomal otorgándole el nombre del viñedo en el que se cultivaban sus uvas, algo que no era muy habitual en aquellos tiempos.

Con esta peculiar decisión ya innovaban en el sector imprimiendo en su primer lanzamiento la personalidad de este vino, muy arraigado a la tierra y con un sabor que refleja las tipicidades de la zona, con contrastadas características climatológicas y un tipo de cultivo con técnicas muy propias de la misma.
Los vinos Viña Pomal tienen la identidad que imprime el tempranillo, es afrutado y floral, y envejece muy bien. Su producción se realiza en una zona fría, con un clima atlántico que favorece esta importante capacidad de envejecimiento. Las singulares técnicas de elaboración de Viña Pomal consiguen crear vinos elegantes, con muy buena estructura en boca. Además, la marca ha innovado recientemente con el lanzamiento de su vino icónico Alto de la Caseta, y sus vinos singulares buscando la mejor expresión de otras variedades de la región: garnacha, graciano, tempranillo blanco y Maturana blanca. La última novedad ha sido el lanzamiento del primer espumoso Blanc de Noirs 100% Garnacha de Haro.