Viajes a glaciares y volcanes
Viajar a Islandia es viajar a la tierra del hielo pero también a la del fuego. Esta combinación de glaciares y volcanes es única en el mundo.
Su naturaleza extrema es la que más define la isla, 130 volcanes, el Parque Natural más grande de Europa, aves que deciden anidar en este país de cascadas y geiseres que pueden alcanzar hasta los 40 metros de altura. Vive experiencias peculiares como darte un baño en el cráter de un volcán, en la laguna azul, camina por un glaciar nevado en pleno verano, o incluso puedes ver ballenas en pleno mar del norte.
Viajar a Islandia es sinónimo de ver volcanes, escalar glaciares, disfrutar de los geiseres y vivir unos días en la capital más al norte del mundo, Reykjavik, una ciudad dinámica, creativa, abierta, moderna y a su vez, acogedora.
La gastronomía islandesa tampoco te dejará indiferente, el pescado llega de sus impolutas y frescas aguas, la carne de sus pastos lejos de las áreas urbanas y las frutas y verduras se cultivan al aire libre o en invernaderos que se calientan con agua térmica. Los chefs islandeses tienen a su alcance las mejores materias primas para dar rienda suelta a su imaginación. Como recomendación: el hákarl, carne curada tiburón y la cabeza de cordero son sus platos más famosos que hay que probar.
Islandia ofrece al viajero un amplio abanico de experiencias en cualquier época del año. En invierno se pueden vivir asombrosos contrastes con sus noches largas y sus paisajes de hielo. En Semana Santa los días se hacen más largos, el color verde vuelve a la isla al igual que los más que famosos frailecillos. La isla comienza a despertar y es el momento perfecto para hacer una escapada.