Viajar con niños es una de las mejores formas de descubrir nuevos lugares que van más allá de los principales puntos de interés turísticos de una ciudad. Sin embargo, para que se convierta en una experiencia inolvidable y placentera para toda la familia es fundamental elegir un destino con una oferta amplia y variada. Este es el caso de Málaga, una ciudad en la que cultura, ocio e historia se funden en una gran variedad de actividades dirigidas a todos los públicos.

Con respecto al transporte, la ciudad está muy bien comunicada gracias al aeropuerto, a la estación de tren y a las diversas líneas de autobuses. Sin embargo, no está de más alquilar un coche, sobre todo, si se pretenden recorrer las localidades cercanas a Málaga. En relación con el alojamiento lo mejor es que sea céntrico y que esté bien comunicado, especialmente, si viajas con niños o bebés. Buscar en páginas como venere te permitirá encontrar más opciones en menos tiempo y planear con más detalle el resto de actividades para aprovechar al máximo el viaje.

Conocer Málaga significa, sin duda, pasear por su centro histórico, en especial por la famosa calle Larios, y visitar su impresionante catedral que combina el estilo gótico, el renacentista y el barroco. Además, una vez en el centro hay que ir a La Alcazaba, la fortaleza árabe del siglo XI, y al Castillo de Gibralfaro donde se pueden apreciar unas vistas panorámicas de toda la ciudad.

La oferta de museos que ofrece Málaga también es muy amplia. Uno de los más atractivos es el Museo Picasso donde los viernes y fines de semana organizan talleres de arte dedicados a los más pequeños y visitas guiadas para los adultos, las cuales incluyen el acceso a las terrazas que por lo general suele estar restringido al público. Otras opciones son el Museo Thyssen que también organiza actividades conjuntas para toda la familia y el Museo Interactivo de la Música en donde los niños podrán descubrir y tocar diferentes instrumentos. A su vez, también está el Centro de Ciencia Principia en donde tanto los niños como los mayores podrán disfrutar de distintos experimentos, juegos, talleres y observaciones astronómicas. Para más información aquí podéis encontrar más información acerca de horarios y precios.

Lago del Jardín Botánico – La Concepción

Si hay algo que caracteriza a Málaga es el buen clima. Por eso una de las visitas obligadas son sus playas, entre las que están: la Playa del Candado, La Malagueta, la playa de las Acacias y la playa del Carmen. Para ir con niños lo mejor es la playa de La Caleta o El Dedo que cuenta con zonas infantiles y en donde el oleaje es más bien tranquilo. Aprovechando el buen tiempo, también se puede recorrer el Jardín Botánico-Histórico de la Concepción que ofrece una gran variedad de rutas y en donde el primer sábado de cada mes se realizan talleres, juegos y obras de teatro para niños.

Cuevas de Nerja – Málaga

Otro de los puntos fuerte de la capital de la Costa del Sol es que permite visitar otras localidades cercanas como Fuengirola, Benalmádena y Torremolinos gracias a su cercanía. Sitios en donde además de contar con maravillosas playas se puede disfrutar de  distintos parques temáticos como el Cocodrile Park y Aqualand en Torremolinos, el acuario Sealife en Benalmádena o el Parque Selwo, un safari con actividades de aventuras a  40 minutos de Fuengirola. Además, también se puede aprovechar para visitar la Cueva de Nerja, conocida como la “Catedral Natural de la Costa del Sol”, que sorprenderá tanto a grandes como a pequeños.