Recuerda tonificar el trasero
Que tal tu culito, te lo has mirado últimamente…..recuerda que tienes que tonificarlo, y no me refiero a que te den palmaditas o azotes …..
Ese ‘culito’ que no pase… ¡ocho horas sentado!
Se les conoce popularmente como culos carpeta. Son esos traseros planos, expandidos a lo ancho como las tapas desplegadas de un portafolio gigante de carne laxa. Están por todas partes. No hacen distinción entre sexos o edades. Tampoco tienen demasiado que ver con los hábitos alimenticios. Una vez que han hecho aparición en nuestras vidas, resulta muy complicado librarse de ellos porque -independientemente de la herencia genética- suelen ser el fruto de décadas de sedentarismo. Haz la prueba y, en lugar de observar la retaguardia ajena, detente por un momento a observar la tuya ante el espejo.
Esos malos hábitos que nos gastamos todos han hecho que «nuestros glúteos se queden lisos y pierdan el protagonismo físico que deberían tener, convirtiéndose en meros cojines para sentarse. Que nadie se confunda. Al hablar de protagonismo no nos referimos al factor estético -que también cuenta-, sino al aspecto más ZEN del asunto. Porque el objetivo no es lucir un ‘kardashian’ recauchutado artificialmente -tan presuntamente hermoso y deseado como ineficaz-, sino unas nalgas robustas que cumplan a la perfección con el cometido para las que están diseñadas: ayudar a que nos movamos de forma eficiente.
Y es que, sin darnos cuenta, esas ocho horas que nos pasamos, como mínimo, sentados en el trabajo, sumadas a las de los trayectos en coche o esos momentos de esparcimiento en el sofá, están destrozando -y deformando- nuestras posaderas de forma lenta pero segura.
¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE ESTAR TANTO TIEMPO SENTADO?
La más importante y también la más desconocida es que, debido al aplastamiento al que sometemos a nuestros glúteos por pasar tanto tiempo sentados sobre ellos, se ven mermadas las capacidades de resistencia y elasticidad a través de la pérdida de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para nuestro organismo que tienen la función estructural de mantener la flexibilidad en los tejidos.
¿En qué se traduce esa pérdida de colágeno y elastina?
Poco a poco, nos quedamos sin la capacidad natural de las nalgas para mantenerse firmes, tanto en forma como en textura. Por eso, es muy importante que cambiemos de postura cada cierto tiempo y que nos levantemos de la silla cada una o dos horas. De esa manera, no sólo lograremos prevenir lesiones en la zona lumbar de la espalda, sino que también daremos a nuestros tejidos una oportunidad para que se oxigenen. Al estar sentados, además, se genera una presión excesiva en el tendón rotuliano de la rodilla. Si mantenemos esa postura durante demasiado tiempo todos los días de nuestras vida, con el paso de los años, no sólo sufrirá el glúteo, también lo harán el resto de nuestras articulaciones. La amnesia glútea, es decir, una incorrecta activación del glúteo mayor, se ha relacionado con el desarrollo de dolor lumbar, así como con un funcionamiento incorrecto de la rodilla.
¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE TENER UN TRASERO FUERTE?
Dividido en glúteo mayor, medio y menor, se trata de un grupo muscular indispensable, porque participa en cualquier movimiento que realizamos en nuestra vida cotidiana. Es el impulsor de cada zancada que damos al caminar, el extensor de la cadera, la base de nuestro equilibrio… El glúteo mayor es el motor principal del desplazamiento humano y es claramente diferente en tamaño, forma y función de cualquier otro primate. En la práctica de cualquier actividad deportiva, desempeña un papel esencial: Estabilizador del torso y las piernas, junto a los abdominales, nos ayuda a mantener la postura correcta, a impulsarnos, a evitar oscilaciones y a mejorar, en general, nuestro rendimiento en carrera. Mantenerlo fuerte evita un 70% de las lesiones de cadera, y de espalda y rodillas. Es destacable la importancia de su funcionalidad, ya que garantiza que nos movamos mejor. Si los glúteos no realizan correctamente su trabajo, éste terminará por recaer sobre otros músculos y articulaciones que no están preparadas para asumirlo, provocando lesiones y sobrecargas. Y, qué duda cabe, ser poseedor de un culo poderoso y bien tonificado, además, nos hace más atractivos. «¿A quién no le gusta rellenar los vaqueros? La estética también tiene su importancia. Todo suma y todo cuenta.
¿QUÉ PASA SI NO CUMPLE SU FUNCIÓN?
Un ejemplo cotidiano para explicar qué sucede cuando nuestro trasero se debilita y queda inutilizado: Imaginad que la zona lumbar fuera un enchufe tipo ladrón, donde se conectan muchos otros enchufes. Pues bien, el glúteo es una de las que más energía y resistencia aportarían a ese enchufe. Si no está bien trabajado, no sólo sufriremos sobrecargas en la parte baja de la espalda, sino que también es probable que nos machaquemos las rodillas.
¿QUÉ PUEDE HACER PARA REMEDIAR ESTE DESASTRE?
Si no quieres que las horas que te tiras sentado durante su jornada laboral te pasen factura, toma nota de las recomendaciones:
Lo aconsejable es hacer pequeños descansos de cinco minutos para cambiar de postura. Un buen truco para no olvidarnos es ponernos una alarma en el móvil o una nota adhesiva en el ordenador. También, utilizar pulseras de actividad con la opción de vibración cada hora. Así, hasta que consigamos asimilar esa acción como un gesto cotidiano. Recuerde que para fijarlo en el cerebro como un hábito más hacen falta al menos 2 meses según demuestra la evidencia científica.
Haz el experimento. Quizás conseguirás que tu culo deje de ser un cojín y vuelva a convertirse en… ¡un precioso motor!
Fuente: Germaine Goya
www.germainegoyamadrid.com