Tras el verano llega la sorpresa de la aparición de las primeras arrugas o su incremento, que se hace más visible tras la exposición solar y , sobre todo, con la desaparición del bronceado.

Lo primero que debemos hacer en estos casos es, por supuesto, consultar a un especialista y no tratar de copiar tratamientos o técnicas que hayan resultado bien a conocidos. Es imprescindible determinar qué casos hay que trasladar al quirófano y cuáles pueden resolverse con tratamientos estéticos que no precisan siquiera ingreso y que, además, son, en su mayoría, indoloros.

En este sentido, el cirujano, nos recuerda que “cada caso presenta unos condicionantes anatómicos y unas variables de envejecimiento que efectivamente pueden ser resueltos sin cirugía. Pero esto es un trabajo de consulta. Se debe acudir a una primera visita para estudiar cada caso en particular.”

“el conocimiento de cómo envejecemos ha cambiado todo”. Tratamientos como el botox, cuyo objetivo era estirar el rostro están en franca decadencia, frente a la idea de rejuvenecer. “La cara de una chica jóven está relajada, no estirada”.

Cada procedimiento tiene un objetivo. El lifting tradicional recoloca tejidos, mientras que los os autoinjertos con grasa propia reposicionan volumen . Estos dos últimos, en la vanguardia de la cirugía, regeneran nuestros tejidos al introducir en nuestro rostro células madres. Estas células tienen la capacidad de “reprogramarse” para asumir las funciones de otras que estén dañadas o a punto de morir. De ahí su gran eficacia.

Como complemento, o si no es necesario pasar por el quirófano, pero queremos mantener nuestro rostro bello y el envejecimiento a raya, el doctor recomienda Ultimate , un lifting sin cirugía, con tecnología de microcorrientes, que, además, resulta relajante.

Según el último informe de SEPRE, la Sociedad Española Plástica, Reparadora y Estética , la cirugía de rostro aumentó en el último cuatrimestre de 2013 en un 40 %. Quienes acudieron al especialista en busca del soñado retoque fueron en un 83, 8 % mujeres y en un 16, 2 % ciento hombres. El perfil de edad, mayores de 45 años.

Fuente: Clínica Martín Anaya