Whisky Glenmorangie Grand Vintage Malt 1990
El lanzamiento de uno de los whiskies más deliciosos jamás creados por Glenmorangie inaugura la colección vintage Bond House No 1 de la Scottish Highland Distillery. La exclusiva colección incluye diferentes ediciones limitadas y explora los orígenes únicos de las más prestigiosas barricas de whisky destilado en periodos de años diferentes. Glenmorangie Grand Vintage Malt 1990, la primera muestra, cuenta la particular historia de un espirituoso que emerge, contra todo pronóstico, de la cosecha más desafiante de la historia de la destilería.
Glenmorangie lanza una colección whiskies vintage que muestra los orígenes únicos de cada Single Malt
• El primer lanzamiento de la prestigiosa serie es Glenmorangie Grand Vintage Malt 1990, un whisky único de edición limitada fruto de una de las cosechas más desafiantes de la historia de la destilería
• El nuevo Single Malt es un elegante whisky envejecido durante 25 años en antiguas barricas de bourbon y sherry cuidadosamente seleccionadas.
Nota de cata:
Glenmorangie Grand Vintage Malt 1990 es un whisky sin filtrar 43%
Color: Oro intenso
Nariz: El aroma es una verdadera cornucopia de embriagantes notas florales y afrutadas, miel de brezo, madreselva y freesia que se mezclan con azahar, frutas confitadas, mandarina, pera y manzana. Este complejo bouquet se complementa con una nota picante, distintivo de cera de abejas.
Sabor: La sensación en boca es sedosa, cremosa y deliciosamente suave. Esto lleva a sabores suculentos, dulces de jarabe de naranja, caramelos, panal, vainilla y algunas notas picantes de hierbas de grosella espinosa y mentol.
Acabado: La fruta continúa con las manzanas y las peras cocidas al horno, después hay algunas notas más profundas a azúcar moreno, galleta y de forma más indirecta, una nota suave a clavo y tanino de roble al final.
Creado pensando en el coleccionista, la colección Bond House No 1 de Glenmorangie incluye las particularidades de los whiskies más complejos y elegantes de la destilería. La serie toma su nombre de la Bonded Warehouse No 1, que en el siglo XIX fue la bodega más grande de Glenmorangie. Durante varias generaciones es allí donde envejecían los whiskies hasta que en 1990 cambió por su rol por completo en respuesta a los deseos de los fanáticos de la marca. Esa bodega se transformó totalmente y se convirtió en el hogar actual de los alambiques de cobre de Glenmorangie, conocidos por ser los más altos de Escocia. Su altura garantiza que el vapor recorra una distancia mayor para crear una bebida más suave y elegante. Hoy en día, la Bonded Warehouse No 1 se ha convertido en el corazón de la producción del whisky y está considerada la catedral de Glenmorangie en las Highlands escocesas.
Glenmorangie Grand Vintage Malt 1990 no sólo marca el año del gran cambio en la destilería sino que también hace referencia a la cosecha de cebada del verano anterior, que fue muy problemática para los productores de whisky en 1990 porque era difícil de procesar en las destilerías escocesas. Sólo a través de la maestría y el dominio de sus artesanos, Glenmorangie fue capaz de crear una producción limitada de whisky de carácter excepcional. Contra todo pronóstico – y para el deleite de sus creadores – este espirituoso resultó sublime. Tras detectar el potencial que podía tener, los responsables de Glenmorangie lo dejaron destilar durante 25 años en antiguas barricas de bourbon y sherry cuidadosamente seleccionadas. El resultado de esta creación es Glenmorangie Grand Vintage Malt 1990, un whisky rebosante de aromas florales y afrutados que se define por su elegancia.
Dr. Bill Lumsden, Director de Destilación y Creación de Whisky de Glenmorangie., ha señalado: “La colección Bond House Nº 1 ofrece a los expertos la oportunidad de explorar las individualidades que cada año ha brindado nuestro galardonado whisky. Estoy encantado de que Glenmorangie Grand Vintage Malt 1990 sea el primero de los lanzamientos de las diferentes ediciones limitadas que vendrán a partir de ahora. Muchos se preguntan incluso hoy cómo un whisky tan delicioso es el resultado de una cosecha tan desafiante. Combinada con el cuarto de siglo de experiencia con barriles por parte de Glenmorangie, su finura y vitalidad se han conservado a través de los años para crear un whisky rebosante de aromas a miel de brezo, mandarina y frutas confitadas y sabores a jarabe de naranja y vainilla, manzanas al horno y azúcar moreno”.