Museo de Carruajes de Lisboa
El Museo Nacional de Carruajes, situado en el histórico barrio de Belém de Lisboa, ha abierto de nuevo sus puertas al público, coincidiendo con el 110 aniversario de existencia de la institución.
Las nuevas instalaciones, proyectadas por el arquitecto brasileño Paulo Mendes da Rocha –galardonado con el Premio Pritzker de arquitectura–, cuentan con 40 coches del siglo XIX procedentes del núcleo de Vila Viçosa, en el distrito de Évora, que se suman a la excepcional colección de carruajes reales que van desde el siglo XVII a finales del XIX.
El nuevo espacio, que ocupa más de 15.000 metros cuadrados, se sitúa ahora donde antiguamente se erguían las Oficinas Generales del Ejército. El área de exposición llega a los 6.000 metros cuadrados, más los 4.000 que hay en la antigua Real Escuela de Equitación de Belém, que se mantendrá en funcionamiento.
Fundado por la reina Amélia de Orleans y Bragança, el Museo de Carruajes es único en el mundo y es de gran riqueza museológica en Lisboa, debido a la variedad artística de los magníficos vehículos ceremoniales y del número de ejemplares con los que cuenta. El Museo de los Coches Reales, como en un principio fue llamado, fue inaugurado el día 23 de mayo de 1905.
El local escogido para su instalación fue la Real Escuela de Equitación de Belém, donde se almacenaron algunos de los principales vehículos de la corte y donde la reina reunió a los antiguos autos nobles de la Casa Real portuguesa y sus accesorios, patrimonio dispersado por los diversos depósitos y establos de los palacios reales.
La colección original estaba formada por 29 vehículos, uniformes de gala, arneses de tiro y accesorios de caballería utilizados por la familia real. Después del establecimiento de la República en 1910, el museo pasó a llamarse Museo Nacional de Carruajes y se enriqueció con otros vehículos de la Corona, del Patriarcado de Lisboa y de algunas casas nobles.
La exposición permite al visitante comprender la evolución técnica y artística de los medios de transporte utilizados por las cortes europeas hasta el nacimiento del automóvil. Además, destaca un conjunto de trompetas de chirimía real, así como una galería de retratos al óleo de los monarcas de la Dinastía de Bragança.
Fuente: Turismo de Lisboa