Cinco casas rurales para disfrutar de una experiencia gourmet
Si estás pensando en realizar una escapada rural, debes saber que podrás tener mil y una experiencias enriquecedoras. Una de ellas es el turismo enogastronómico, una tendencia en alza que ha llegado hasta los establecimientos rurales, que cada vez se muestran más convencidos a la hora de cuidar su restauración como uno de sus principales atractivos. Si eres un enamorado del buen comer, toma nota de los siguientes alojamientos:
Exquisita cocina gallega en una casa de labranza
Ideal para el turista rural que busque un alojamiento en el que saborear las especialidades típicas de Galicia, pues Casa Rosalía, a escasos kilómetros de Santiago de Compostela, se define como hotel gastronómico. La clave de su éxito reside en una fuerte apuesta por una cocina tradicional gallega de temporada con una carta basada en el producto fresco y de calidad. Además de pescados, carnes y mariscos, el comensal podrá degustar un típico cocido de la tierra, probar la lamprea, el tradicional pulpo a feira o alguna de las especialidades de caza que preparan durante la Jornadas Gastronómicas que organizan a lo largo del año.
Un espacio para amantes del vino
Situada en Castronuño (Valladolid), a 18 escasos kilómetros de Toro, Beautiful Alamedas & Al-Kauthar está especializado en enoturismo. Su amor por la viticultura y la enología ha fomentado una actividad que destaca entre la variedad de servicios ofertados: las catas de vinos. En su “Sala de catas Señora Vale”, nombre otorgado en honor a su abuela, se realizan estas degustaciones, dedicadas tanto para personas que quieran iniciarse en esta actividad, como para los más experimentados. Para hacer la experiencia más enriquecedora, también ofrecen masajes para relajar cuerpo y mente.
Para sibaritas de la carne en un ambiente natural
El trato familiar es la seña de identidad de Balcón del Pirineo, enclavado en Buesa (Huesca), una aldea típica pirenaica. Entre sus comodidades, cuenta con un jardín con barbacoa y jacuzzi tipo spa, admite animales y, como valor añadido, es un alojamiento respetuoso con el medio ambiente. Sin embargo, la verdadera diferenciación está en su restaurante, que se cimenta en un plato principal a la brasa de roble con carnes de ternera certificada del Valle del Broto, acompañada con unos entrantes y postres realizados en casa basados en la cocina tradicional francesa.
Manjares de la costa asturiana
La gastronomía del Hotel Rural Riberas del Nalón, en Soto del Barco (Asturias), está tremendamente influenciada por su posición costera. El viajero rural podrá enamorarse de una apetitosa cocina marinera, donde no faltan las calderetas, las fabes con almejes, el pixín o rape, paellas de marisco y el pescado fresco local. Asimismo, la riqueza de su huerta hace de sus productos el complemento perfecto para quien quiera disfrutar de primera mano el buen comer asturiano.
Una gran bodega con mimo familiar
Lagar de Costa (Cambados) es una antigua casa de labranza regentada por la familia Costa, quienes llevan tres generaciones dedicándose al cultivo de la uva albariña y a la comercialización de su propio vino de denominación de origen Rías Baixas, premiado en los más prestigiosos certámenes nacionales e internacionales. En un entorno tranquilo y familiar, esta casa rural brinda a sus huéspedes la posibilidad de alojarse en un entorno natural incomparable. Cuenta, además, con un salón de lectura, jardín de más de 2.000 m2 y bicicletas a disposición de sus clientes.
Fuente: Escapada Rural