La cirugía y medicina estéticas no han sido especialmente penalizadas por la crisis. Lo que la recesión ha supuesto en este ámbito ha sido una pequeña contención en cuanto al uso y abuso del bisturí propio del boom de los años noventa.

La cercanía del verano, con las urgencias de la llamada “Operación Bikini” y la necesidad de sentirnos a gusto en nuestra piel, ha disparado no sólo la demanda, sino la urgencia con la que se solicitan las operaciones. Los pacientes se quieren operar para lucir bañador en julio y agosto y lo quieren hacer ya.

Las intervenciones más solicitadas vienen siendo, un año más, la liposucción y el aumento de mamas. La primera consiste en extraer los depósitos de grasa que se acumulan en el cuerpo y que se hacen resistentes a dietas y deportes. La grasa rebelde se succiona mediante una cánula o varias, que se introducen por la piel hasta alcanzar el tejido graso.

La mamoplastia, por su parte, continúa siendo una de las reinas de la cirugía, no sólo por motivos estéticos o de modas. Todo lo relativo a esta operación continua muy banalizado, cuando son muchas las causas que impulsan a una mujer a pasar por el quirófano: desde graves complejos en la adolescencia por tener el pecho pequeño a lumbalgias crónicas y problemas de columna por exceso de talla.

Precisamente, según la SECPRE, la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y estética, este último supuesto , más que las tendencias y las imitaciones de celebrities, es el motivo principal de reducción de mamas en España.

A la hora de elegir cirujano, los españoles, más allá del poder adquisitivo, prefieren operarse con doctores de su propio país. La confianza en el especialista es la baza clave para someterse a este tipo de intervenciones. No es que las personas que se retocan la nariz o los pómulos se conviertan en adictas al bisturí porque se ven más guapas, es que – matiza– se sienten seguras con su doctor y no dudan en repetir ante cualquier otro problema. Y sobre todo, aconsejan a familiares y a amigos la consulta de dicho cirujano.

A las personas que deciden viajar fuera para operarse, la SECPRE les recomienda que se informen no sólo de las credenciales del experto, sino también de la legislación sanitaria del país. Debe ser rigurosa y tanto equipos, como personal y postoperatorio, estar sometidos a todos los controles.

En algunas de estas ofertas llamadas “low cost “ hasta los materiales ( las prótesis) , asegura, por último el doctor, podrían no cumplir los requisitos básicos en cuanto a su origen y posterior uso.

Fuente: Clínica Doctor Moises Martin Anaya