El mal estado de los párpados hace que nuestra mirada sea triste y tengamos aspecto de cansancio crónico. La cirugía de los párpados, técnicamente conocida como blefaroplastia, es un procedimiento para extraer la grasa y el exceso de piel y músculo de los párpados superiores e inferiores.

Además del descolgamiento y arrugas en la piel de los parpados superiores, comienzan a hacerse evidentes las bolsas en los parpados inferiores y en la porción interna de los parpados superiores. Nuestra mirada es triste y tengamos aspecto de cansancio crónico.
El procedimiento se hace de la siguiente manera:
• Administración de un medicamento para ayudar a la relajación.
• El cirujano inyecta un anestésico alrededor del ojo, de tal manera que no se sienta dolor durante la cirugía.
• El cirujano hace pequeñas incisiones en los pliegues o dobleces naturales de los párpados.
• Se retira la piel flácida y tejido graso sobrantes. Luego, se templan los músculos del párpado.
• Al final de la cirugía, las incisiones se cierran con suturas.
Sobre el postoperatorio, que es molesto los primeros dos o tres días, no por dolor, sino por picor y tirantez. Los puntos se retiran a las 48 horas, circunstancia que permite que con el paso de las semanas las cicatrices sean imperceptibles.
A la semana se pueden maquillar los ojos, incorporándose su vida habitual”.
Hay 3 observaciones que conviene destacar sobre esta cirugía:
• El globo ocular no se ve afectado, ni mejora la visión previa a la intervención.
• No hay tracciones, no cambia la expresión facial. ni la forma del ojo.
• No es una cirugía para quitar arrugas, quita volúmenes: las patas de gallo no se solucionan con esta cirugía.
Fuente: Clínica Martín Anaya (Avda. Menéndez Pelayo, 9. Madrid 28009. Teléfono: 91 43 56 776).