Alimentos que estimulan la segregación de endorfinas y serotonina, que son hormonas de la felicidad
La llamada comida feliz es una tendencia que está de moda. Siempre hemos sabido que comer productos como el chocolate nos hacía sentir mejor, pero la realidad es que sí hay un motivo científico por el que determinados alimentos nos provocan un placer instantáneo, y es porque estimulan la segregación de endorfinas y serotonina, llamadas hormonas de la felicidad, la alegría o el placer. ¿Cuáles son los alimentos que podemos etiquetar dentro de comida feliz?
No es nada nuevo ya que investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), y de otras instituciones científicas, empezaron a descubrir los mecanismos fisiológicos por los que un determinado nutriente activa mediadores cerebrales que nos hacen sentir de mejor humor, aumentan nuestro confort espiritual, mejoran nuestro tono vital, promueven la autoestima y nos hacen menos vulnerables al desánimo o a la depresión. Por ejemplo, en los años 80 los científicos del MIT ya decían que podría ser más efectivo tomar todos los días un puñadito de cerezas que cualquier antidepresivo de síntesis.
“Quedan excluidos de la lista los azúcares refinados, harinas blancas y alimentos elaborados con ellos, ya que son de alto índice glucémico y producen el efecto yoyó, es decir, provocan desniveles de azúcar en sangre. Te sientes bien muy rápido pero luego te generan cansancio. No son lo que buscamos”.
Dentro de la mood food están los alimentos ricos en triptófano, que es un aminoácido que el cuerpo no produce por lo que hay que ingerirlo, y es el que ayuda a producir la serotonina. Paralelamente, incentiva el consumo considerable de minerales y carbohidratos de bajo índice glucémico. Pavo, pollo, pescados, huevos, semillas de sésamo y calabacín, pasta y arroz integrales, piña, plátanos, legumbres, verduras, almendras, nueces… ¡Los frutos secos son una buena fuente de felicidad! Los alimentos que contengan omega-3 también entran en esta categoría.
“Que estos alimentos provoquen una sensación de bienestar, es un arma de doble filo: si te atiborras a chocolate o a frutos secos, puedes convertir algo positivo y beneficioso, en algo negativo y perjudicial; consúmelos, como todo, en su justa medida. Así podrán cumplir su función y tú podrás sentirte feliz”.
Fuente: Ata Pouramini