COMO CUIDAR DE TU CABELLO EN VERANO
Durante los meses de verano, cuidar tu melena es esencial, ya que el sol y el calor extremo pueden causar estragos en ella. El cabello puede resecarse, quebrarse y perder hidratación, lo que puede resultar en una mayor pérdida capilar si no tomamos las medidas adecuadas.
Lo más importante es establecer una rutina diaria efectiva, porque cada pequeño gesto cuenta y marcará la diferencia al final del verano, permitiéndonos lucir un cabello radiante y resistente. ¿Pero cuáles son esos pequeños gestos?
CONSEJOS PARA CUIDAR DE TU CABELLO EN VERANO
1 Usa mascarilla de reparación: Enriquece tu rutina de lavado con una mascarilla diseñada para reparar los estragos del sol. No solo debe revitalizar tu cabello con nutrientes esenciales y proteínas, sino también brindar una hidratación intensiva, ya que la sequedad es el enemigo principal en verano.
Durante los meses fríos, es habitual utilizarla semanalmente, alternándola con el acondicionador. Pero en verano, te aconsejamos aplicarla de 2 a 3 veces por semana (dependiendo de tu tipo de cabello) y dejarla actuar al menos 20 minutos. Esto ayudará a mantener tu melena resistente durante toda la temporada estival.
2 Baños capilares con agua dulce después de la piscina o el mar: ¡Es fundamental eliminar los restos de cloro y salitre! Estos pueden ser muy perjudiciales para la salud del cabello. La exposición al pH de estas aguas puede deteriorar la apariencia y textura de nuestra melena. En el caso de las piscinas, los productos químicos pueden cambiar el color del pelo, dejándolo sin brillo y áspero.
Por eso, es crucial aclarar el cabello con agua dulce siempre después de ir a la playa o a la piscina. Y no cometas el error de frotarlo con una toalla, eso solo aumentará el encrespamiento.
3 Baños capilares con agua fría: El agua caliente abre más la cutícula del cabello, lo que favorece la aparición de frizz y la falta de brillo y suavidad. Aunque sabemos que una ducha completa con agua fría puede no ser lo más cómodo, basta con darle al cabello un último chorro de agua fría al terminar de lavarlo para mantener la cutícula cerrada y comprobar los beneficios.
Si te atreves y disfrutas de las bajas temperaturas o del agua fría en verano, ¡mucho mejor! Conseguirás un cabello con mucho más brillo y suavidad.
4 Usa siempre protector térmico: El protector térmico debe ser tu mejor aliado durante el verano. ¡Llévalo incluso en el bolso! Crear una barrera protectora en la cutícula del cabello ayudará a minimizar los daños del sol.
¿Cuándo y cómo aplicarlo? ¡Muy fácil! Después de la ducha y con el cabello mojado, aplícalo por todo el cabello y distribúyelo con un peine. Cuando vayas a la playa o la piscina, aplícalo después de enjuagar el cabello con agua dulce para protegerlo durante todo el día.
5 Utiliza gorros, sombreros y pañuelos y protégete al tiempo que das un toque a tu look: Tanto si te gusta cambiar la raya del pelo de lado como si prefieres mantenerla siempre en la misma posición, es fundamental proteger el cuero cabelludo. Esta zona sufre mucho los efectos del sol y es crucial para la salud de nuestra melena, ¡es de donde nace el cabello! Cuanto más saludable esté, mejor será el estado del pelo.
Para evitar problemas como quemaduras, irritación, descamación o caspa, lo ideal es usar accesorios como gorros, sombreros, bandadas o pañuelos. Estos últimos son perfectos para jugar con diferentes estilos en verano. Úsalos mientras estés expuesta al sol (en la playa, piscina…). Incluso puedes usarlos después de la playa (cuando el sol ya no queme tanto) como accesorio, combinándolos con peinados como trenzas, moños o coletas.
6 Usa protector desenredante: ¿Cuándo está más débil el cabello? ¡Cuando está mojado! Por eso es crucial desenredarlo con mucho cuidado. Puedes usar algún producto que facilite el peinado al salir del agua o de la ducha.
Es importante utilizar la técnica de peinado correcta: nunca empieces a desenredar por la raíz. Siempre comienza por las puntas y ve subiendo poco a poco. Si empiezas por la raíz, arrastrarás los nudos hacia abajo, haciendo que se enreden más y termines arrancando más cabello. ¡Siempre desde abajo hacia arriba!