Desequilibrio en los niveles de bacterias de la vagina.
La vaginosis bacteriana puede provocar malestar y dolor en la vagina. Sucede cuando se produce un desequilibrio en los niveles naturales de bacterias. Los niveles equilibrados de bacterias ayudan a que la vagina se mantenga sana. Sin embargo, cuando algunas bacterias proliferan en exceso, puede derivar en una vaginosis bacteriana.
El vaginosis bacteriana puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común durante los años reproductivos. Los cambios hormonales durante esta época facilitan la proliferación de determinados tipos de bacterias. Además, la vaginosis bacteriana es más común en las personas sexualmente activas. No está claro por qué ocurre esto, pero las actividades como tener relaciones sexuales sin protección aumentan el riesgo de tener vaginosis bacteriana.
Causas
La vaginosis bacteriana sucede cuando se produce un desequilibrio en los niveles de las bacterias naturales de la vagina. Las bacterias de la vagina se denominan flora vaginal. Una flora vaginal equilibrada ayuda a que la vagina se mantenga sana. Por lo general, las bacterias “buenas” superan en número a las bacterias “malas”. Las bacterias buenas se llaman lactobacilos; las bacterias malas son anaerobias. Cuando hay demasiadas bacterias anaerobias, se altera el equilibrio de la flora y esto provoca la vaginosis bacteriana.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para la vaginosis bacteriana incluyen los siguientes:
Tener una nueva pareja sexual. No es clara la conexión entre tener relaciones sexuales y presentar vaginosis bacteriana. Sin embargo, la vaginosis bacteriana sucede con mayor frecuencia cuando alguien tiene una nueva pareja sexual. Además, la vaginosis bacteriana es más común en mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres.
Ausencia natural de lactobacilos. Si la vagina no produce la cantidad suficiente de lactobacilos, es más probable que se produzca una vaginosis bacteriana.
Complicaciones
La vaginosis bacteriana no suele causar complicaciones. No obstante, en ocasiones, tener vaginosis bacteriana puede derivar en lo siguiente:
Infecciones de trasmisión sexual. Si tienes vaginosis bacteriana, tienes un mayor riesgo de contraer una infección de trasmisión sexual. Las infecciones de trasmisión sexual incluyen VIH, virus del herpes simple, clamidia o gonorrea. Si tienes VIH, la vaginosis bacteriana aumenta el riesgo de trasmitirle el virus a tu pareja.
Para ayudar a prevenir la vaginosis bacteriana, haz lo siguiente:
No utilices productos perfumados. Lava tus genitales solo con agua tibia. Los jabones y otros productos perfumados pueden inflamar los tejidos vaginales. Usa tampones o toallas higiénicas sin aroma.
No te des duchas vaginales. Los lavados vaginales no harán desaparecer una infección vaginal. Incluso puede empeorarlos. La vagina no requiere mayor limpieza que el baño normal. Las duchas vaginales alteran la flora vaginal, lo que aumenta el riesgo de infección.
Mantén relaciones sexuales seguras. Para reducir el riesgo de infección de trasmisión sexual, usa preservativos de látex o una barrera bucal. Limpia los juguetes sexuales. Limita la cantidad de parejas sexuales o no tengas relaciones sexuales.